miércoles, 14 de marzo de 2012

Por qué me gusta Rusia

Me disculpo por haber tardado tanto en escribir. Tengo varias entradas por editar pero no he podido publicarlas porque mi internet no funcionaba bien, así que las iré publicando de a poquito tal y como las escribí en su momento.

"Aprovecho para escribir hoy después de tanto tiempo porque hoy, a pesar del frío y de estar enferma, me gusta estar aquí. A pesar de que casi no estoy viendo a mis amigos, los rusos y los extranjeros, de que he vuelto a empezar las clases y de que todavía quedan meses para una primavera decente, con flores y sin barro.

Según llegué a Rusia, llegué con el recuerdo de todo lo bonito y lo bueno. Llegué en septiembre considerando seriamente quedarme aquí otro año más, dos años. Diciembre llegó y lo último que se me ocurriría, por el amor de un dios, sería quedarme otro año más. Y hoy,... hoy no me importa. No me quería quedar porque no tendré amigos aquí, los sudamericanos a los que veo una vez a la semana como mucho y mis colegas, pero los demás, incluso mis rusas, no estarán. Tendría que empezar de cero, con nuevos grupos, nuevas alumnas, nuevos vecinos, nuevos amigos y el invierno ruso. Era insoportable.

Ahora que hay más horas de luz, que está haciendo sol cada día (a -20ºC, sí, pero sol), que no ha nevado todavía desde que volví de España hace dos semanas, no me importa.

Y en momentos así, cuando cuento que me quedaría, que quiero volver, la gente me pregunta “¿Por qué?”. Nadie entiende por qué alguien querría volver a este país. Tengo varias entradas a este blog, algunas critican lo malo, algunas alaban lo bueno... por lo visto no se me da bien demostrar las cosas que funcionan mal pero que me gustan.

Siempre he dicho (y no soy la única, todos los extranjeros que han estado en Rusia sienten lo mismo) que es un país para volver. No para vivir mucho tiempo, pero sí para venir de vez en cuando, para echarlo de menos.
Todo es intenso aquí, entre el invierno y el verano hay unos cincuenta grados de diferencia y el carácter ruso es igual. Todo aquí es “sí pero no”.

Una amiga finlandesa cree que a los extranjeros nos gusta volver a Rusia porque “esto es la vida”. En Europa, dice, todo es falso, estamos preocupados de otras cosas, cosas pequeñas pero aquí es la vida de verdad. Creo que un poco de razón sí que tiene, la vida es fea, hay que reconocerlo, pero ahí está. Y aquí es así, la gente lo pasa mal pero siguen.

Yo lo he dicho y lo diré siempre: la gente es buena, es atenta, cariñosa y te abren las puertas de su casa y de su vida de par en par, en cualquier momento, para cualquier cosa. En Izhevsk tengo casa siempre que voy. De hecho estas navidades las pasé en casa de mi amiga, mi segundo hogar. Después me fui a Moscú, a casa de otra amiga. A que me trataran bien. Les pido favores y me los hacen encantadas. Incluso gente que conoces de hace dos días, gente que casi no ves, si pueden, lo hacen.

Además, el carácter ruso es muy parecido al español. Para los españoles lo difícil es adaptarse a otras cosas no a la gente. Creo que si los españoles tuviéramos estas condiciones de vida, seríamos igual que los rusos. 

Y el clima.... Nunca había visto un otoño tan bonito. Dura poco pero es precioso. Y la nieve... cuando hace sol, hace muchísimo frío pero merece la pena salir a dar un paseo porque es una maravilla. El problema es que no hace mucho sol, que a las 4 de la tarde es de noche, pero cuando lo hace, no hay nada más bonito. Dicen que en el norte de Rusia siempre hace sol en invierno y que el cielo es de tres colores.






Y la comida. Sobre todo las sopas. Tienen cincuenta mil tipos de sopas y ensaladas (cada una con su nombre), y están todas buenísimas. Estando aquí me he dado cuenta de que en realidad, los rusos son perezosetes para cocinar pero les sale bien, con cuatro cosas te hacen algo bueno. Puedes disfrutar del top ten de la gastronomía rusa en cualquier comedor de la ciudad, sea universitario o público por el módico precio de, como mucho, 3€ por primer plato, segundo plato, bebida y postre.

Tienen un montón de productos lácteos, de bombones, caramelos y chocolates, de galletas, de tés, de mermeladas... y todo cumple la misma función: reunir gente alrededor de una mesa para hablar dentro del ritual “ir/estar de visita”.
El Winnie the Pooh ruso va de visita con su amigo Cerdito. Subtítulos en inglés

La bania, que en otros países nórdicos tienen en forma de sauna y en España lo más parecido es ir a la piscina y cambiarse en el vestuario. Ir a una sauna, alternar calor sofocante con una ducha helada, ver a mujeres desnudas de todas las edades y tamaños contarse cosas con las amigas y salir relajadísima y lista para dormir.

Y todas las cosas raras que tienen por todas partes, lo que te hace darte cuenta de que estás en otro país: las floristerías 24h, las paradas de autobús con sus quiosquitos que te venden de todo; los perehod, esos pasadizos subterráneos para cruzar la calle que tienen todo tipo de tiendecitas y puestos; el mercado lleno de abuelas vendiendo ropa tejida por ellas mismas y de gente de los países del sur de la antigua URSS ; los autobuses (y trolebuses) y sus konduktoras, los parques que son bosques, las transliteraciones de palabras extranjeras en carteles, los botes de champú de dos litros; el teatro que es bueno, bonito y barato; los cafés bien decorados en edificios ruinosos, los niños en invierno que parecen astronautas y a los que pasean en un trineo chiquitito cubiertos con mantas, los festivales estudiantiles que tienen por cualquier cosa y que culminan con la Primavera Estudiantil, los abrigos de invierno, la ilusión de mis alumnas y de los jóvenes en general, las máquinas automáticas para cargar el móvil (lo que me lleva a “el móvil y el internet”, baratísimos en Rusia, oye), los trenes y lo largo de los trayectos, patinar sobre hielo al aire libre mientras nieva, la gente que va a hacer esquí de fondo a los parques y cargan con los esquíes por la calle como el que viene de comprar, la música de las tiendas que ponen los altavoces en la calle; los menús de los restaurantes donde pone el precio y al lado, los gramos que tiene ese plato; las estatuas de Pushkin y Lenin en cada momento de su vida donde menos te lo esperas (yo soy fan de las de Pushkin), los calcetines de lana gorda,...
Pushkin y Señora en Moscú
Lenin de joven yendo a la universidad (de la que le echaron, por cierto)
Tren ruso en Platscard, lo más barato y mi favorito
Vista desde el tren
Pequeño astronauta
Calcetines de lana gorda comprados en el mercado por 100 rublos, unos 2'50€
A menudo estoy harta de Rusia, de los rusos y del momento en que decidí volver. Y cuando estoy así, dentro de mí en alguna parte, sé que hay cosas que echaré de menos, que solo con querer volver a casa del cansancio, las echo de menos. Y no se puede explicar, tengo un amigo que no lo entiende y sé que no es el único... Pruebas que demuestran que este país es para volverse loco hay muchas. Yo creo que es un poco como la familia: a veces es para matarles pero les quieres y nadie puede criticar a tu familia excepto tú.

10 comentarios:

  1. Tiene que ser un mundo. Yo no te voy a pedir razones, es lo bonito de amar lo que amamos. Yo siempre llevo Gales en el pecho ;)
    Qué bueno leerte. Muá

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    1. Muchas gracias... yo también te leo en secreto. Un beso grande!

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  2. saludos florinda. muy interesante todo lo que escribes, me haces recordar mi estadia en rusia. me has hecho recordar y reir ya que todo lo que dices es muy cierto. no dejes de escribir. exito!

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    1. Gracias, Joel :) El año pasado empecé otro blog que ahora tengo un poco aparcado. La temática es diferente pero escribí un mini-reportaje sobre el Día de la Victoria que a lo mejor te gusta: http://bit.ly/1oY1abo

      ¡Un saludo!

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  3. No tengo la menor idea de quièn seas , solo que me gustò lo que escribes acerca de las personas , costumbres y gastronomía Rusa . Soy de nacionalidad Mexicana pero vivo en California EE.UU . Saludos .

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    1. Hola gyzmho :)

      Gracias por tu comentario, hace ilusión que la gente sigue leyendo mi blog después de tanto tiempo. Cuando vuelva por Rusia, volveré a escribir cositas aquí para mis fanses.
      Un saludo!

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  4. Muy bonito, te felicito es una buena narracion, algun dia tambien me gustaria visitar rusia. A unque no me sienta mucho el frio :D . Saludos!

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