martes, 24 de abril de 2012

Primavera

La primavera ya llegó. Le ha costado mucho porque el invierno le tiene cariño a este país pero ya está. Me hace gracia porque en Rusia las estaciones empiezan antes que en el resto del mundo... para simplificar empiezan el primer día del mes en cuestión, 1 de marzo en el caso de la primavera. Suele ser el día en el que celebran este "carnaval" para ahuyentar el invierno y también el día en el que, después de haber hecho muy bueno, se va todo al garete. Así fue la última vez que vine y ésta. Mucho sol en febrero y marzo un desastre (y parte de abril). 

Pero eso fueron otros tiempos... Ahora, desde hace unas dos semanas, hace sol, veinte gradetes, y aunque a veces llueve y de noche refresca, se está divinamente. A pesar de que es primavera desde el 1 de marzo, la calefacción sigue puesta con el sol y los veinte gradetes, como si nada. Además, ahora se hace de día a eso de las cinco de la mañana así que para ir a clase tampoco hace el clásico frío mañanero... fresco si acaso pero tampoco tanto. 

El principio de la primavera siempre es horrible porque está que sí, que no una semana, la nieve se derrite y se convierte en una especie de lodo que se alterna con hielo cuando bajan un poco las temperaturas. Las aceras y las carreteras son irregulares con lo que se forman unos charcos en los que, en ocasiones, se han visto patos. Ha sido muy divertido tener que subirse a vallas y bordillos y hacer equilibrios para evitar esos charcos (y ver a ejecutivos, abuelas y demás hacer lo mismo). Por si fuera poco la primavera multiaventura, la ausencia de papeleras y la despreocupación general hacen que, según se derrite la nieve, vaya apareciendo basura y animales muertos donde antes había un blanco virginal... Nunca he oído a ningún ruso decir que le gusta la primavera. 
Ahora ya hace sol y se puede pasear, los charcos y el barro han desaparecido (no así la basura) así que ahora sí parece una estación decente. Solo falta que quiten la calefacción y que florezcan los árboles. 



Lo que sí me tiene intrigada este año es qué hacer con los mosquitos. Izhevsk es una ciudad bastante seca pero Kazán, con dos ríos y un canal, no. Con el barro, la humedad y mi dulce sangre, tengo a los mosquitos llamando a mi ventana cada tarde-noche. ¡Y qué mosquitos! Podría domesticarlos, me ahorraría el autobús. Los primeros días dormía con la ventana abierta (por la calefacción) pero era acribillida sin piedad. En octubre me compré un antimosquitos pero resultó ser solo el recambio... ahora quiero comprar el cargador pero ¡solo venden recambios! ¿Hicieron una campaña de venta de cargadores de antimosquitos hace algunos años y ahora los rusos solo necesitan recambios? Inexplicable... Busco y busco y no consigo encontrar cargadores (y a veces, ni recambios). Me voy dentro de un mes, no me renta poner mosquitera. Intento atosigarles a spray pero claro, me arriesgo a morir fumigada por mí misma. Total, estoy comida de mosquitos. 

Con todo, estamos que no cabemos en nosotros de gozo. Por primera vez en meses, podemos ir ¡sin chaqueta! Y yo tengo una razón más para estar contenta... esta semana, viene mi madre de visita.

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