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jueves, 20 de agosto de 2015

Krasnoyarsk

Krasnoyarsk resultó un poco lo opuesto de Novosibirsk: bonita y agradable de entrada, tiene poco que ofrecer y mis anfitriones eran majos pero sin más. 

Lo interesante de Krasnoyarsk es que es la puerta a las montañas rusas, algo que se agradece después de 4000 kilómetros de llanura o bosque o bosque en la llanura. No en vano Krasnoyarsk recibe su nombre de las colinas rojizas que la rodean (Krasnyi - rojo, Yar - barranco).

Tampoco sé a qué altitud está Krasnoyarsk pero sus montañas son más bien colinitas... salvo los famosos Stolby, que son una agradable excursión por el Parque Natural que está muy bien montada. Tiene una parte asfaltada que es el atajo y la ruta más fácil y asequible oooo la vereda campo a través por la que yo me perdí. En realidad, tampoco me perdí porque está planificada por el parque natural pero como estaba subiendo yo sola, dejé de ver a gente durante un rato, me rajé, me di la vuelta y en vez de subir 7 kilómetros, subí 12. No se lo deseo a mi peor enemigo, las agujetas me duraron una semana. 


Esto es la cima ya


Comparemos la primera foto y esta última. 
En la cima, hay varios recorridos pero lo que yo vi antes de que cayera el diluvio universal eran formaciones rocosas de caprichosas formas. Una especie de Ciudad Encantada de Cuenca en mitad de Rusia. Solo vi un par por lo de la lluvia y porque me temblaban las piernas y me quedaban 7 kilómetros de bajada. 

Al día siguiente, di suaves paseos por la ciudad evitando en todo caso escaleras y cuestas de bajada, algo relativamente fácil si te quedas por las calles del centro. También fui al cine y vi una película en 3D por el módico precio de 1'50 €. No sé si lo había dicho ya antes pero en Rusia tienen un muy buen sistema para el cine: según te acercas a las horas puntas es más caro. En torno a las 20 h, el cine cuesta a lo mejor 6 € pero si vas a las 16 h, puedes ir por la mitad. Además, este cine concretamente tiene el Día del Espectador los lunes y todas las películas cuestan 50 rublos (90 céntimos de Euro) en la matiné y 100 rublos (1'50 € o así) el resto del día. Tomad nota en España. 




El río Yeniséi. Hacer clic para ampliar
En cuanto a la ciudad en sí, como digo, es muy agradable y tiene unas excelentes vistas y paseos junto al río Yeniséi. Todo el centro está bastante bien restaurado y resulta colorido y alegre. Además, han tenido la buena idea de hacer muralitos en rincones inesperados. Todas las cajas de luz de los edificios del centro están decoradas y algunos pasadizos a los patios interiores de los edificios en sí también. 



Por cierto, aprovecho para decir que en Rusia el tema de los números de los edificios y casas es para conocerlo. Resulta que si se construyen tres o cuatro bloques de pisos en torno a un patio infantil/jardín/otro, todos esos bloques de pisos constituyen el mismo número. Es decir, el número 3 de la calle Lenin pueden ser cuatro edificios diferentes en torno a un patio. Después hay que mirar cuál es el portal (pod'ezd). Con lo que la dirección puede ser Calle Lenin número 3, portal 5. Y por si esto fuera poco, el número del piso no está relacionado con la planta en la que se sitúa. Los números de los pisos van del 1 al que sea empezando por el portal 1. Así que también pueden no decirte el portal porque con el piso basta para saber dónde vives. Ejemplo, en el portal 1, están los pisos del 1 al 50, el portal 2, del 51 al 100, y así. Con lo que el portal 5 puede tener los pisos del 200 al 250. En la primera planta estarán el 200, el 201, el 202 y el 203, por ejemplo. Así que, si te dicen que viven en el piso 223, puedes echar un cálculo rápido de "viven en la quinta planta o así" y que sea lo que un dios quiera. Además, las puertas a las casas rusas (y da igual si es casa-casa o bloque de pisos) están por detrás, no dan a la calle sino al patio interior. Ah, y Rusia es de esos países que llaman a la planta baja "primer piso" así que nuestro primer piso es su segundo y así sucesivamente. Suerte a los que no habláis ruso en vuestras búsquedas de alojamiento. 


miércoles, 15 de julio de 2015

Kazán (más largo)

Como de la ciudad, los cambios principales son los que mencioné antes, vamos ahora con algo un poco más personal: qué hice yo con mi vida los 4 días que estuve en Kazán. 

Como dije, los primeros dos estuve en casa de un amigo colombiano que no estaba pero que sí tenía de medio-okupa a un amigo ecuatoriano. Con él y con otro ecuatoriano salí esa noche, fuimos a ver un concierto en directo a un bar irlandés y se fueron rajando de salir más según avanzaba la noche. Pero a mí ya me habían animado así que yo lo di todo con el grupo que tocaba. No es que fueran la leche pero no estaban mal, tocaban versiones de canciones rock y pop internacionales y rusas pero a toda velocidad, en 15 minutos se ventilaban 6 u 8 y luego descanso. Nos íbamos a ir ya porque estos dos no daban de sí pero en la puerta nos interceptaron una madre y su hija porque la hija estaba casada con un ecuatoriano y nos oyeron hablar español. Conclusión: me quedé de fiesta con ellas. Y ¿dónde acabó la fiesta? Dónde si no, en el Cuba Libre. Musicalmente hablando sigue siendo el mismo pero habían inaugurado una terraza al aire libre. Allí me encontré con la ex de uno de mis ecuatorianos, una muchacha majísima que ahora se junta con algunos colombianos de la nueva remesa. 




Al día siguiente, me junté con mi querida amiga cubana que ahora está embarazada de 5 meses y después de ponernos al día de todo lo que ha pasado en nuestras vidas prácticamente desde que nacimos, nos juntamos con los ecuatorianos y unas amigas suyas rusas y salimos de fiesta again. 

Los días de paz vinieron después en casa de mi alumna. Vive en una casa de madera al final de la ciudad, junto al Volga. Tienen un jardín/huerto enorme, un perro que parece un lobo y un vecino simpático pero al que se le va la olla un poco. Tenía mucha gana de hablar conmigo pero me costaba entenderle. Por lo demás, su casa es la típica casa rusa que se ha construido por partes. En algún momento sus abuelos construyeron una cabaña con una habitación y un horno y según fue cambiando la familia le fueron pegando habitaciones. Este tipo de construcciones hace que las habitaciones de las casas tradicionales rusas estén a diferentes alturas y haya como escaloncitos por todas partes. También enmarca las puertas perfectamente ya que suelen estar sobreelevadas respecto de cualquiera de los demás suelos. Afortunadamente, decidieron construir el baño dentro de la casa aprovechando que sí hay canalización en la ciudad, una idea que no todos aceptan para las casas de madera haya canalización o no la haya. 





Por otro lado, quisiera destacar que la madre de mi alumna fue una super fan de Raphael en sus tiempos mozos. Para los que no lo sepan: esto es normal ya que Raphael lo petó muchísimo en la Rusia soviética. Fue de los primeros artistas internacionales que pudo entrar al país y también de los pocos (sino el único) a los que le prohibieron la entrada por los jaleos que montaban las fans cuando llegaba. La madre de mi alumna confesó que vio la película "Digan lo que digan" unas 8 o 9 veces, como todas sus amigas, y todavía recordaba las canciones. Como vivimos en el futuro y hay internet, le busqué los grandes éxitos de Raphael con vídeos de cuando joven y ella lo disfrutó muchísimo.