viernes, 14 de agosto de 2015

Tobolsk, Ishim y nothing in between

Igual es una rima un poco forzada esta del título pero tengo el cerebro ligeramente frito.




Dicho esto, Tobolsk: No tiene nada. Bueno, tiene un kremlin que es el único kremlin de piedra de Siberia, una obra de ingeniería de su tiempo según me han contado después pero así, de entrada, sin tener idea, un kremlin en una colina con vistas bonitas y poco más.



La estación de tren está muy lejos de la ciudad en sí que para ser tan pequeña en población (casi 100 000 habitantes), es muy muy extensa. Después de media hora en autobús, llegué al kremlin observando que la carretera estaba en muy buen estado y que todo parecía restaurado. Luego tardé otra media hora en encontrar el albergue porque, aunque estaba cerca, nadie conocía la calle. Un señor muy amable llamó a su hija por teléfono para que lo buscara por google y luego me acompañó hasta que encontramos el local. 

El albergue se llama Zvesdnoe Nebo y está muy bien, tiene un año, la dueña es un sol y éramos solo dos: un chico bashkir excesivamente atento y yo. Con él me fui a ver el kremlin al día siguiente con un clima pésimo de lluvia, viento y frío. Afortunadamente, es pequeño y tiene un montón de museos alrededor, así que en eso echamos la mañana. 

Traducciones Mi Kasa
Vimos la iglesia, el Museo del Comercio Siberiano, la antigua prisión y la Casa obispal que tiene tres plantas enormes de distintos museos. Resulta que los Romanov y parte de su corte pasaron por Tobolsk antes de que los mataran así que una planta entera es reconstrucción de su casa y de la casa de algunos de los cortesanos. No tengo fotos de nada porque pasé de pagar para hacer fotos... bueno, hice un par de fotos de estrangis pero no de lo que cabría esperar porque lo bonito tenía vigilancia. 


Dentro de la sala que mostraba cómo era un aula del siglo XIX. Los números rusos de antaño
La antigua prisión está muy bien restaurada e incluye un montón de información sobre su funcionamiento, los presos y las condiciones que tenía (como podemos imaginar, estupendísimas siendo una cárcel siberiana del siglo XIX). Efectivamente, aquí tenían a presos con trabajos forzados y también a algunos grandes escritores (que no estaban a trabajos forzados, centrémonos). A los presos los traían de donde fuera, cómo no, a pie y con grilletes, a un ritmo de unas 6-7 verstas al día (50 kilómetros o así), invierno o verano. Como también tenía cárcel para mujeres, los hijos que tuvieran tenían el privilegio de residir en ella o acabar en adopción. Todo bien, todo el rato. Estas son las dos fotos que hice cuando no miraban en la sala de visitas y no, no son del siglo XIX porque esta prisión la cerraron en 1989:


Mamá se preocupa en hacer esto / para que su hijito pueda vivir "mejor"
 Ayudándole, por cierto / a lograr un nuevo plazo
Observemos que en la botella pone 40 º (vodka) y que lo que parece jabón es marihuana.

Salió a pasear el muy cerdo / En seguida hubo paz en el lugar
Todos se hacen la misma pregunta / ¿Cómo puede el mundo tolerar algo así?

Y solo un breve comentario sobre la obra de ingeniería: el autor de la restauración del kremlin y de muchísimas cosas más (como la cartografía de media Rusia en el siglo XVII) es Semión Remezov. En el enlace no da mucho detalle pero por lo que me contaron mis anfitriones de Novosibirsk, era un hombre prácticamente analfabeto que se puso a estudiar solo y acabó siendo un cerebro importantísimo. Algunas de las ideas que puso en práctica para la refrigeración de la bodega del kremlin, por ejemplo, siguen resultando fascinantes a día de hoy y siguen funcionando. Si encuentro un enlace bueno que hable de él en inglés o algún otro idioma más asequible que el ruso, lo pondré por aquí. 

Ishim

Tuve la genial idea de partir el viaje entre Tobol'sk y Novosibirsk parando unas horitas en una ciudad (pueblo) que estaba en medio. Digamos que la idea está muy bien si no has vivido en Rusia, no has pisado un pueblo ruso en tu vida y tienes curiosidad por ver cómo viven unos 100 millones de personas en Rusia. En mi caso, fue una idea terrible porque me dejó rota de agotamiento. Ishim no tiene nada. Hizo muy buen día, eso sí, así que pude darme unos agradables paseos. Insisto: si no tienes la posibilidad que tuve yo de vivir en un pueblo ruso y tienes curiosidad, esta es una muy buena idea para saber lo qué es el silencio rural (absoluto), la arquitectura tradicional rusa y la vida de mucha gente. Hay un par de hotelillos y si no, seguramente se pueda encontrar a alguien que esté encantado de tener extranjeros en su casa. Lo bueno de esta idea, además, es que da igual que sea Ishim, Sarapul', Polovina (así se llama la ciudad que marca la mitad del ferrocarril transiberiano: Mitad) o Vagina (sí, existe). 








No hay comentarios:

Publicar un comentario